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Claves para construir empresas exitosas

Por: Cristian Saavedra Mitrovich

En general, la administración de las empresas es un proceso complejo y completo que involucra muchos actores externos e internos: dentro de los externos podríamos mencionar los factores políticos, económicos, sociales, tecnológicos y ambientales, algunos de esos elementos aparecen en nuestro país de un momento para otro y no solo alteran sino que caotizan. Así mismo, al interior de las empresas aparecen múltiples actores: personas, procesos, infraestructura y tecnología.

Frente a los modelos administrativos y de gestión tradicionales que fueron exitosamente usados durante muchos años, últimamente se han producido, se están produciendo y se van a producir cambios cada vez más rápidos y complejos y más difíciles de asimilar, que no solo nos invitan sino que nos obligan a reinventarnos y a reinventar la administración de las empresas.

En alguna ocasión el profesor Gary Hammel nos invitó a preguntarnos realmente quien dirigía nuestras empresas y generalmente la respuesta era que la dirigía la Junta Directiva, el presidente, el gerente, el equipo directivo y esa respuesta era parcialmente cierta porque indicaba que realmente quien dirigía la compañía eran Taylor, Fayol, Gilbreth, Terry, Chiavenato, Maslow, Drucker.

En este momento es válido preguntarnos quien o que dirige nuestras empresas.  

La verdad es que si dijese que vivimos en tiempos de cambio, no estaríamos diciendo nada nuevo. En el siglo XVII la población vivía de un modo muy similar a como habían vivido las generaciones anteriores. Pocos progresos tecnológicos y sociales se percibían con el paso de los años, excepto con lo que ocurrió en la segunda mitad del siglo XVIII con la primera revolución industrial que se extendió durante las siguientes décadas al resto de Europa y América. Durante esta época el mundo vivió una transformación económica, tecnológica y social, y esto hizo que las organizaciones que no se adaptaron a los nuevos tiempos desapareciesen para siempre. Tras la primera revolución industrial, a mediados del siglo XVIII, la segunda sucede en la segunda mitad del siglo XIX y la tercera tiene lugar en el siglo XX. Ahora mismo estamos en pleno siglo XXI y estamos inmersos en la cuarta revolución industrial y algunos pensadores ilustres indican que estamos entrando realmente en la quinta revolución industrial. Una de las primeras personas en identificar la cuarta revolución industrial fue Klaus Schwab, presidente del World Economic Forum, quien la describe en su libro titulado «The Fourth Industrial Revolution». Uno de los elementos principales de esta nueva revolución industrial es la transformación digital, que ya ha impactado en un gran número de industrias.

La transformación digital es un desafío que nos llama a todos, pero el camino para cada uno es un camino distinto y en la mayoría de las ocasiones difícil de encontrar.

A veces pensamos que la transformación digital es un proceso que ha ocurrido, cuando la realidad es que no ha hecho más que empezar, la cuarta revolución industrial y la quinta revolución, que ya esta aquí, va mucho más allá que el proceso de transformación digital que estamos enfrentando. Estamos en una época apasionante en la que estamos viendo cómo muchas otras tecnologías exponenciales están confluyendo al mismo tiempo. Algunas de estas tecnologías son: digitalización, automatización y robotización de procesos, inteligencia artificial, machine learning, elearning, aprendizaje autónomo, vehículos autónomos, impresoras 3D, drones, realidad virtual, realidad aumentada, redes neuronales, interfaces cerebro-computadora e ingeniería genética, por mencionar solamente algunas. Todas estas tecnologías evolucionan de un modo exponencial, lo cual quiere decir que cada año multiplican su potencia respecto al año anterior, es por esta razón que son denominadas tecnologías exponenciales. Hoy en día todos nosotros tenemos dispositivos móviles en nuestros bolsillos que son miles de veces más potentes que el ordenador del Apolo 11 que llevó al hombre a la Luna en 1969. Esto sucede de este modo porque la tecnología de hoy es utilizada para crear la tecnología del mañana, lo cual crea este fenómeno exponencial que describe con total precisión la ley de Moore para tecnologías de computación.

En este contexto, la CCB y particularmente, el Circulo de Afiliados ha entendido oportunamente los retos del cambio exponencial en que estamos inmersos y por facilitar y poner en manos sobre todo de los emprendedores, micro, pymes y pequeñas y medianas empresas, el conocimiento y las oportunidades con el que podremos afrontar mejor preparados todos estos retos.

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