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Diagnóstico de la inclusión financiera empresarial en Colombia

De acuerdo con información del Registro Único Empresarial de Confecámaras, en el país existían aproximadamente 1,6 millones de empresas en 2018.

Cerca del 92% de ellas correspondía al segmento microempresarial, mientras que alrededor de 6% eran pequeñas y un 1,5% medianas. Por su parte, las grandes firmas solo representaban un 0,5% del total del tejido empresarial.

Las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) tienen un peso importante en el aparato productivo nacional al aportar gran parte de la generación de empleo del país (según cálculos de ANIF tal contribución asciende a niveles del 81%), condición que se comparte con el escenario empresarial en algunos países de América Latina. Tal condición explica la pertinencia de fomentar el financiamiento de este tipo de empresas para la economía nacional.

• La inclusión financiera empresarial ha tenido una tendencia creciente en los últimos años en Colombia. En efecto, el número de firmas con al menos un producto financiero pasó de más de 680.000 en 2014 a cerca de 950.000 en 2018, un aumento de 9,0% promedio anual.

• Pese a la tendencia positiva en materia de acceso, las firmas colombianas muestran un rezago importante a nivel de uso de los productos financieros. Particularmente, en materia de cuentas de ahorro, se observa una proporción significativa de inactividad, pues más del 50% de las empresas que tienen este producto financiero no lo utiliza.

• Los estudios de demanda por productos financieros evidencian un bajo acceso a los productos de crédito y ahorro por parte de las firmas del segmento Mipyme. Entre las principales variables que explican este bajo acceso se encuentran factores asociados con los niveles de formalidad de las firmas, la autoexclusión (sobre todo en el caso de las pequeñas y medianas empresas) y los reportes negativos ante centrales de riesgo (en el caso de los microempresarios).

• La dinámica de la inclusión financiera empresarial plantea la necesidad de ahondar las iniciativas dirigidas a garantizar un mayor uso de los productos financieros entre los empresarios colombianos. También resulta necesario fortalecer las políticas públicas encaminadas a fomentar la formalización empresarial y los programas de educación financiera empresarial, con el fin de que las firmas pertenecientes al segmento Mipyme entiendan los beneficios de efectuar ahorro formal y de generar un historial crediticio para el funcionamiento de sus negocios.

El indicador de inclusión financiera en Colombia tuvo un desempeño favorable en los últimos cuatro años. En efecto, el porcentaje de adultos con al menos un producto financiero en los establecimientos de crédito subió del 73% a más del 80% entre 2014 y 20181 , con lo cual más de 4 millones de adultos accedieron por primera vez al sector financiero formal. Al respecto, cabe señalar que el producto más utilizado es la cuenta de ahorros, puesto que 92% de los adultos que tenía un producto con las instituciones financieras contaba con dicho instrumento al cierre de 2018 (25,8 millones de personas).

Esta tendencia se ha cumplido también para las empresas colombianas. En efecto, el número de firmas con al menos un producto financiero subió de más de 680.000 en 2014 a cerca de 950.000 en 2018, un aumento del 9% promedio anual. Del mismo modo, el número de adultos con un microcrédito llegó a los 3,1 millones.

Al respecto, de acuerdo con información de Confecámaras, en el país existen cerca de 1,6 millones de firmas, de las cuales más del 99% pertenece al segmento Mipyme. Tal condición plantea la necesidad de hacer un monitoreo a este tipo de compañías a la hora de evaluar la inclusión financiera empresarial y de hacer un seguimiento a la cartera microcrediticia y Pyme para determinar el acceso al financiamiento formal de este segmento.

Para mayor información sobre este reporte www.asobancaria.com