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Jericó quiere desarrollar su proyecto de cobre

El presidente de AngloGold Ashanti, firma minera que ejecuta el plan, dijo que todo está listo para presentar la licencia ambiental en julio.

El Gobierno Nacional no tiene duda de que el cobre es el metal al que se le debe ‘meter la ficha’ en cuanto a producción. Y el proyecto Quebradona es uno de los llamados por el Ejecutivo a ser protagonista en el desarrollo cupífero del país.

En diálogo con Portafolio, Felipe Márquez, presidente de AngloGold Ashanti, minera que tiene a su cargo el desarrollo del citado proyecto, explicó en detalle la ejecución del mismo, y cómo están preparando todo para presentar la solicitud de la licencia ambiental en julio.

Afirmó que la comunidad, que quiere el desarrollo de este complejo cupífero, es su “gran” socio estratégico, y que el área intervenida no es más de 2,4% del total del municipio.

 

¿Cómo avanza el proyecto Quebradona?

Comenzamos el año con una auditoría interna, la cual fue aprobada. Luego la junta directiva le dio el visto bueno al estudio de prefactibilidad. Así mismo, se presentó el plan de trabajo de factibilidad, tarea en la que nos concentraremos en 2019.

 

¿Cómo se desarrollará ese estudio de factibilidad?

Son análisis desde el punto de vista de ingeniería. Lo debemos estar concluyendo en enero de 2020. Se le hará una nueva auditoría para que luego sea aprobado por la junta directiva. Con el aval arrancamos la siguiente fase que es el montaje. Tema que abordaremos en febrero de 2020.

 

¿En qué consiste este proyecto minero?

Es un proyecto de minería subterránea ubicado en el municipio de Jericó (Antioquia). El yacimiento se encuentra a 400 metros de profundidad y se planea explorarlo a través de hundimiento por subniveles. El área del título es de 7.593 hectáreas, pero el área de intervención es de 471 hectáreas, es decir el 2,4% del total del área del municipio.

 

¿Cómo será su desarrollo?

El proyecto no solo se desarrollará desde la ingeniería, sino también desde la arquitectura. Será un complejo minero estético y amigable con el medio ambiente. Al depósito de cobre se accederá a través de un sistema de tres túneles desde la zona del valle en la vereda Cauca. Cada socavón tendrá un diámetro cercano a los nueve metros y una longitud aproximada de seis kilómetros.

 

¿Por qué el proyecto es ambientalmente sostenible?

En el Estudio de Impacto Ambiental y Social (EIA) que se presentará a finales de julio, quedará evidenciado que no tendrá impacto por fuera de las cuatro fincas que la compañía está adquiriendo. Estamos proponiendo al municipio que cambie cuatro fincas ganaderas por un proyecto minero en ese espacio que en la actualidad no tiene desarrollo agrícola. El estudio ha sido totalmente integral en fauna, flora y agua.

 

¿Cómo ha sido el proceso de socialización con las comunidades?

Llevamos casi 14 años en la zona. Hemos trabajado de la mano con Corantioquia. El proceso con las comunidades lo desarrollamos a través del programa ‘Hablando se entiende la gente’. Llevamos 70 sesiones en las que hemos expuesto el proyecto con un lenguaje sencillo. Es de nuestro interés que Jericó sea el socio estratégico del proyecto.

 

¿Cómo Jericó sería socio estratégico del proyecto?

A través de la Fundación por el Desarrollo de Jericó (ProJericó), manejada en su integridad por personas del municipio, le estamos entregado unos recursos a medida que avanza la etapa de estudios. Esta oficina canalizará las ayudas, incluso las que lleguen por regalías. Al finalizar esta fase, la fundación debe contar con un patrimonio aproximado de $5.400 millones. Al comenzar la etapa de construcción, se va aportar una cifra no menor a US$2 millones al año. Así, ProJericó, se encargará de desarrollar grandes temas de transformación social. La fundación va a arrancar con dos programas: uno de música, y otro de ayuda a los cafeteros.

 

¿Cuáles son las razones por las que la comunidad aceptó el proyecto?

El complejo queda tan lejos del casco urbano que ni siquiera hay impacto visual. Incluso en automóvil, desde las calles del municipio hasta el punto donde se construirá la infraestructura, es una hora y 15 minutos de camino. En las audiencias, con micrófono abierto, yo mismo le respondo a la comunidad cada una de las inquietudes que tienen. Los habitantes tiene la libertad de hacer preguntas sobre las dudas que tengan. Por todos los canales, el mensaje por parte de la comunidad, es que quieren que el proyecto se desarrolle. Y las inquietudes son con respecto a cómo el proyecto no solo le traerá calidad de vida al municipio, sino progreso.

 

Uno de los grandes interrogantes de la comunidad es con respecto al empleo que genere el proyecto...

La mano de obra no calificada que hoy utiliza la construcción de la vía 4G Pacífico 2 es del municipio de Jericó. Y cuando concluya esta obra vial, el proyecto Quebradona puede recibir a todo este personal para que nos colaboren en el proceso de montaje. Y la apuesta es que 80% de los habitantes del municipio sea la fuerza laboral durante la etapa de producción. Más de 90% de la comunidad de Jericó quiere que se desarrolle este proyecto.

 

¿Cómo ha sido el trabajo con el Gobierno para el desarrollo de este proyecto?

Se han realizado reuniones conjuntas a todo nivel. El CEO de la compañía sostuvo un encuentro con el presidente Iván Duque. Así mismo, y en varias ocasiones nosotros con la ministra de Minas y Energía, María Fernanda Suárez. Los hemos mantenido al tanto sobre el desarrollo en detalle del proyecto, como en la concepción misma de la licencia ambiental. El Ejecutivo ha sido muy activo en entender como se viene desarrollando esta iniciativa.

 

¿Cuál es la prospectividad del proyecto?

Los volúmenes que se producirán ya están declarados públicamente. Calculamos una extracción de 2,96 billones de libras de cobre. Y 2,22 millones de onzas de oro. El proyecto está pensado para 23 años de producción. Y su etapa de construcción o montaje es de cuatro años. Esperamos que el estudio de la licencia ambiental dure cerca de nueve meses. Es decir, en marzo de 2020 tendríamos su aprobación. El proceso de producción comenzaría en 2024 e iría en una primera fase hasta 2047. Además, se realizaría en tres años la etapa de cierre y en 10 años el post-cierre.

 

¿Cuál es la inversión del proyecto Quebradona?

La inversión durante la fase de construcción está entre US$1.000 millones y US$1.200 millones; y en la etapa de operación entre US$55 millones y US$74 millones.

 

¿Esta inversión cómo mejorarían las arcas del municipio?

Jericó puede pasar de un presupuesto de $1.700 millones, que tiene actualmente de libre inversión, a aproximadamente $14.000 millones por año entre regalías que recibiría el municipio. Esto sin contar el beneficio económico de pagos a proveedores locales que se calcula entre US$3 millones y US$3,6 millones por año, y una inversión social que ascendería a más de $18.000 millones.

 

¿En impuestos, cuánto le dejaría el proyecto a la Nación?

En Renta (Nacional), calculamos entre US$1.400 millones y US$1.800 millones (total del proyecto), es decir entre US$67 millones y US$84 millones por año. En ICA, que es un impuesto local, sería entre US$7 millones y US$ 9 millones (total proyecto), de US$300.000 a US$400.000 por año. Y en predial, que también es local, el proyecto en su totalidad dejaría entre US$4 millones y US$ 6 millones, es decir entre US$200.000 y US$300.000 por año.

 

Fuente: Portafolio .