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La ética de la publicidad, clave para el buen funcionamiento del sector

A día de hoy, el consumidor ya no es el mismo que era hace años.

Frente a un contexto en el que la transparencia y la honestidad se han convertido en factores muy relevantes para el usuario, las empresas afrontan el reto de saber adaptarse a ello.

Con la irrupción de Internet, nació una nueva era en el mundo de la publicidad. Con ello, han surgido nuevas herramientas dentro del sector (una industria de gran relevancia que supone el 1% del PIB español). Esto, combinado con las ganas de vender de las compañías y la inmediatez aportada por la red, ha conducido a la creación de formas invasivas de publicidad online, como son las conocidas cookies. Estos mecanismos de rastreo, que fueron creados para recopilar información de los usuarios para ofrecer anuncios personalizados, invaden de forma abrupta la privacidad del usuario, que desconoce el uso y tratamiento de sus datos.

Por esta razón, es necesario crear un sector publicitario que se base en la ética, la honestidad y la moralidad, que vele por un consumo de la publicidad mucho más responsable y que no ponga en riesgo los datos del usuario. En este sentido, la elaboración y difusión de contenidos «camuflados» ha quedado desfasada, convirtiéndose en una molestia para los consumidores, que, cada día más, piden el uso de herramientas que preserven su intimidad.

Ante este contexto que sigue evolucionando día tras día, las empresas buscan y apuestan por nuevas soluciones digitales que tengan un impacto menos brusco y más transparente sobre el usuario. Asimismo, emplean nuevos formatos que no supongan una interrupción de la experiencia y, además, generen un valor añadido que repercuta, de forma positiva, en la imagen asociada a la marca.

En los últimos años han irrumpido nuevas tecnologías que recogen Zero Party Data del usuario, suponiendo, así, una propuesta mucho menos invasiva para el consumidor. Así pues, sin sobrepasar las líneas rojas de la publicidad y cuidando la privacidad del usuario, estudia el comportamiento del consumidor con previo consentimiento, asegurando que este solamente proporcione la información que desee en un intercambio de valor. 

Y es que para seguir escribiendo el futuro de la publicidad es necesario el desarrollo de herramientas más éticas, responsables y humanas que cuiden al destinatario final. Así, para conseguir que la industria evolucione por el buen camino, todo el sector debe avanzar de forma conjunta, hacia la misma dirección,  y procurando adaptarse a estas nuevas necesidades del consumidor. La publicidad online debe dejar de ser una molestia para pasar a convertirse en una oportunidad.

Fuente: Marketing Directo