Cluster, una Iniciativa de la Cámara de Comercio de Bogotá Volver
Conoce el Programa de Dinamización del Mercado de Eficiencia Energética

Colombia en su camino a ser más eficiente energéticamente

“Es importante que el crecimiento sea sostenible incluyendo dentro este proceso beneficios tributarios que impulsen la viabilidad de las inversiones en proyectos de eficiencia energética y regulaciones más contundentes”.

El 2020 inició con muchos retos para el país y el mundo. Es innegable que uno de los principales desafíos al que nos debemos enfrentar es la emergencia climática generada por el dilema energético que trae consigo el aumento de la población y la cantidad de dispositivos conectados. Aunque existen diferentes variables para abordar esta problemática, quiero hacer una reflexión orientada a lo que está pasando en términos de eficiencia energética en Colombia.

Las proyecciones indican que para el 2040 la demanda energética aumentará en un 40%, con este panorama debemos preguntarnos ¿cómo el Gobierno y las empresas pueden empezar a actuar y ser protagonistas en esta transición? Para empezar, es necesario cambiar nuestra mentalidad y entender que el momento de evolucionar a procesos eficientes es inaplazable. Esta es una situación que toma más relevancia cuando al país solo le quedan 10 años para reducir en un 20% las emisiones de CO2 y cumplir con lo pactado en el COP25.

Si bien en Colombia se ha podido avanzar en la creación de estrategias orientadas a la generación de eficiencia energética y el Gobierno ha iniciado un proceso con propuestas interesantes, como la creación e implementación del Programa de uso racional y eficiente de energía y fuentes no convencionales (PROURE), junto con la elaboración del Plan Energético Nacional (PEN) 2020 y 2050 trazando objetivos claves como la electrificación, descentralización y en especial la digitalización, no se puede controlar lo que no se mide, en este caso considero que se deberían doblar los esfuerzos frente a los desafíos actuales.

Es entendible que la urgencia ha estado concentrada en la implementación de nuevas fuentes de energía. Sin embargo, es importante que el crecimiento sea sostenible incluyendo dentro este proceso beneficios tributarios que impulsen la viabilidad de las inversiones en proyectos de eficiencia energética y regulaciones más contundentes que controlen los procesos mediante la implementación de tecnologías que nos lleven a ser más eficientes.

Dado esto, me parece muy valioso y oportuno que la Misión de Transformación Energética haya incluido en su propuesta la descentralización, digitalización y gestión eficiente de la demanda de energía y a la vez plantear revisar el marco institucional y regulatorio. Son estos algunos de los factores que garantizarán una mayor competitividad, confiabilidad y responsabilidad ambiental.

Así mismo, se debe comprender la importancia que tiene construir y aumentar la cifra de edificios inteligentes en el país. Una labor a la que se le tiene que dar prioridad, si se tiene en cuenta que, en la actualidad, falta por explotar el 82% de los edificios a nivel global; solo el 18% cuentan con sistemas eficientes que generan un manejo responsable de la energía y los recursos. En este campo han tomado relevancia las certificaciones de edificios verdes, que tienen en cuenta los nuevos proyectos desde la etapa de diseño tales como LEED, BREEAM, GreenMark entre otras.

¿Y por qué es necesario incrementar esta cifra? A nivel global los edificios consumen aproximadamente el 36% de la energía final y producen cerca del 40% de las emisiones de CO2. Si tenemos en cuenta que pasamos el 90% de nuestro tiempo en estas edificaciones, nos damos cuenta de que necesitamos volverlas más digitales y, a su vez, más eficientes en términos de la gestión energética.

También es importante vincularse y apoyar iniciativas como las del programa Building Energy Efficiency Accelerator (BEA), liderada por el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible y el World Green Building Council, que buscan generar un cambio a nivel global. Este programa acogió a Bogotá como una de las 23 ciudades del mundo en las que se tiene como meta duplicar la tasa de eficiencia energética en el sector de la construcción para 2030 y lo harán reduciendo en un 25% el consumo de servicios públicos.

En el caso de las organizaciones, tanto públicas como privadas, las certificaciones ISO50000 logran describir un sistema organizado en torno a la eficiencia energética. En el caso colombiano para el 2017 se contaban con cerca de 15 organizaciones certificadas ISO 50001.Es necesario aumentar el interés en conseguir este tipo de certificaciones que direccionan a las empresas en su camino hacia la reducción de la huella de carbono en la realización de sus actividades.

¿Y cómo podemos lograr ser más eficientes energéticamente? Desde mi experiencia en el sector le recomendaría a las compañías que sin un sistema de gestión, control y monitoreo para la operación de sus edificios no se pueden generar cambios significativos, ya que la mayoría de las acciones en pro de la eficiencia energética se ven reducidas en el tiempo pues los sistemas son dinámicos Es necesario conocer dónde y cómo se está gestionando el consumo energético de una edificación o una planta industrial, para luego poder tomar decisiones estratégicas, con el fin de ser más eficientes y poder evaluar la eficacia de nuestras decisiones generando así un sistema de mejora continua.

Por ejemplo, se puede tener automatizado el sistema de aire acondicionado e iluminación de un edificio, pero no sólo basta con esto, sin medición y análisis de datos recolectados no se pueden establecer patrones de consumo que ayuden a identificar irregularidades, para luego desarrollar planes de corrección que apoyen en el ahorro en consumo y costo de la energía. la digitalización ayuda a tener un futuro más sostenible porque permite tener mediciones continuas de los datos que se general y así se logra uno de los principales objetivos de muchas compañías que es ser más sostenible mientras se brinda una mejor experiencia de máximo confort, experiencia y eficiencia para sus empleados, ocupantes y visitantes.

Aunque el panorama pueda parecer retador, considero que las empresas colombianas se están comprometiendo cada vez más en ser parte del cambio, teniendo en cuenta que, de cada 10 empresas, 7 quisieran empezar a trabajar en su transformación energética. De allí la importancia que desde el Gobierno y los entes de regulación sigan promoviendo acciones que permitan que Colombia encuentre más caminos hacia la eficiencia energética.

*La autora es directora de la División Digital Energy y EcoStruxure en Schneider Electric, Cluster Andino

Fuente

Forbes Colombia