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Movilidad inteligente, el futuro de las grandes ciudades

La tecnología logra conectar a todos los actores de la movilidad con el fin de aumentar su eficiencia, seguridad e impacto ambiental.

Uno de los desafíos más apremiantes de la urbanización consiste en gestionar adecuadamente la movilidad de un creciente número de personas en un espacio limitado. Esto, sumado a los impactos económicos, sociales y ambientales del aumento del tráfico en la ciudad, hace que la movilidad y su regulación sean temas centrales en la agenda política de los gobiernos.

En Colombia, estos impactos saltan a la vista. De acuerdo con Fenalco, los trancones le cuestan al país cerca de 4 billones de pesos anuales. Además, según cifras de Medicina Legal, cada año se reportan más de 6.000 muertes y 40.000 heridos por causa de accidentes viales. Encima de eso, el Ideam informó que las actividades relacionadas con el transporte generaron 12% de los gases de efecto invernadero en 2014 en el país.

A raíz de estos desafíos y de los constantes avances tecnológicos surgió el concepto de Smart city, que se refiere a ciudades planificadas, eficientes y sostenibles, basadas en soluciones TIC. Este concepto dio lugar a la movilidad inteligente, que busca desarrollar alternativas para que los ciudadanos se movilicen de manera eficiente, segura y amigable con el medioambiente.

Una característica de la nueva movilidad es que se basa en la cooperación, ya que todos los actores deben trabajar en conjunto para llenar los vacíos del ecosistema y brindar una amplia gama de opciones que se ajuste a las necesidades de los usuarios.

Si bien la movilidad integrada abarca múltiples soluciones orientadas a reorganizar los métodos actuales, estas podrían resumirse en tres grupos. El primero corresponde a los macrodatos o big data, que se refiere a los miles de teras de datos anonimizados que se reúnen diariamente sobre el estado de las carreteras, del tráfico, del comportamiento del usuario y del socio, así como también del estado del vehículo.

Por medio de inteligencia artificial, aprendizaje automático y computación en la nube, es posible identificar patrones de movilidad en tiempo real con el fin de planificar rutas óptimas en función del flujo vehícular y gestionar despachos inteligentes de vehículos con base en la oferta y demanda. Hoy en día esto es posible gracias a la intermediación de las plataformas de movilidad.

En el segundo grupo, que va de la mano con el anterior, se encuentra el sistema de gestión del tráfico, que incluye semáforos inteligentes, separadores de carril, letreros y sensores inteligentes de estacionamiento, despacho de transporte público, entre otros. Estos sistemas reúnen información de la infraestructura mencionada, con el fin de gestionar efectivamente el tráfico en función del comportamiento de cada ciudad en todo momento.

El tercer grupo corresponde a la movilidad integrada como servicio, por medio de la cual los usuarios pueden encontrar múltiples opciones (taxi, viajes compartidos, bicicletas, buses, etc.), que se pueden complementar según el destino, la comodidad y el precio de preferencia.

Gracias a estos avances ahora es posible tomar un viaje compartido para ir al trabajo, rentar una bicicleta para conocer una ciudad, planificar el regreso a casa en transporte público e incluso recibir notificaciones de novedades del itinerario. Además, otra de las ventajas de la movilidad integrada es que descongestiona los sistemas con mayor demanda, disminuyendo así la alta concentración de personas, lo cual es vital para reducir el riesgo de contagio en las grandes ciudades.

Aunque las opciones siguen siendo las mismas por el momento, el nuevo ingrediente que ahora juega un rol fundamental es la tecnología, puesto que logra conectar a todos los actores de la movilidad con el fin de aumentar su eficiencia, seguridad e impacto ambiental.

Así las cosas, la transición hacia la movilidad inteligente es una gran oportunidad que beneficia a todos. Desde los usuarios que podrán realizar trayectos más rápidos, seguros y eficientes; los habitantes de las ciudades que pasarán menos tiempo en trancones y disfrutarán de un aire más limpio; hasta las ciudades que gozarán de mayor competitividad e inversión que se verá reflejada en la mejora de la calidad de vida de sus habitantes.

Fuente

Forbes Colombia