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Datos para pasarse a la cosmética ecológica en el 2021

Importancia de aportar ingredientes naturales a la piel.

Protegerse de las radiaciones ultravioletas, de la polución, de los efectos de la luz azul que desprenden las pantallas; son infinidad los factores que hay que tener en cuenta a la hora de cuidar la piel y elegir los cosméticos que más se adapten a las necesidades individuales. Sin embargo, hay un factor que, en ocasiones, se pasan por alto para no afectar directamente: cada elección cosmética puede cambiar el planeta. Los productos tradicionales, a menudo con químicos y aditivos nada naturales, no solo pueden provocar reacciones cutáneas en la piel, sino que también afectan de forma muy negativa al planeta. Su proceso de fabricación, así como los propios residuos que generan muchos de estos productos, pueden dañar severamente ecosistemas de todo el mundo de forma irreversible. Es por eso que escoger cosméticos de cuidado personal respetuosos con el medioambiente nunca ha sido tan necesario. Podemos cuidar el planeta mientras nos cuidamos a nosotros mismos.

Los beneficios de los productos naturales en la piel

“La piel es como una esponja, de forma que cualquier sustancia que apliquemos sobre ella penetrará al menos a sus capas más superficiales”, empieza explicando la dermatóloga experta Maroñas. Lo que puede suceder al dejar que penetre en nuestro organismo cualquier tipo de producto son reacciones derivadas del contacto con químicos artificiales, por ejemplo. “Una de las principales ventajas de utilizar ingredientes elaborados con materias primas naturales es su seguridad”, añade. Y continúa: “Sabemos exactamente qué nos estamos aplicando y suelen contener menor cantidad de conservantes y aditivos”.

Eficacia probada

Conseguir los resultados deseados siempre es el objetivo primordial. Sin embargo, es necesario entender las necesidades de la piel, para evitar correr el riesgo de dañarla. Apostar por cosmética natural nos permite "lograr resultados a largo plazo con un efecto similar a los cosméticos convencionales, respetando el equilibrio de la piel”, asegura la dermatóloga en defensa de este tipo de productos. En ocasiones, determinadas sustancias químicas pueden irritar, dañar o erosionar en exceso la dermis, reacciones que lo mejor es evitar. Maroñas recomienda siempre probar antes los productos en la mandíbula o en la muñeca, para después extenderlos por el resto de la cara con la seguridad de que no nos causan molestias en la piel.

Además, añade que la inmediatez de su eficacia suele ser mayor: “en general, los cosméticos naturales tienen una eficacia pensada y diseñada para actuar de forma más inmediata que un producto convencional”. 

La importancia de seguir una rutina

Cuando está claro que es necesario apostar por productos naturales para conseguir los mejores resultados y absorber los beneficios de este tipo de cosmética mientras se cuida el medioambiente, también es necesario saber que seguir una rutina especializada y adaptada a las propias necesidades es otra de las claves. En esta línea de escoger productos naturales desde el primero hasta el último paso de la rutina de belleza, siempre se puede echar mano de una misma gama dentro de una firma concreta. Sin embargo, para quien le gusta probar y combinar con diferentes líneas, hay infinitas opciones a las que recurrir.

En cuanto a esta importantísima elección del tipo de producto que mejor se adapta a cada piel, la dermatóloga Maroñas señala que hay que fijarse tanto en los ingredientes como en las diferentes indicaciones que resumen lo que trata cada producto o el tipo de piel al que va destinado.

Después de hacer una investigación exhaustiva y apostar por productos de cuidado, los de protección solar son esenciales ante el envejecimiento. Ahora que el incómodo accesorio es obligatorio, tampoco podemos olvidarnos de sus efectos, que son diferentes en cada persona: “al poner la mascarilla, el efecto oclusivo hace que la piel no se deshidrate, aunque también se puede dar deshidratación por evaporación”, explica la doctora Maroñas. Por lo que habrá quien experimente problemas de acné, mientras que otras personas sufran una acusada sequedad.

Sin embargo, hay ciertas reticencias a la hora de empezar a usar productos capilares ecológicos por la extendida creencia, que desmiente la doctora Lidia Maroñas, de que es necesario pasar por un período de adaptación hasta que el pelo deja de verse apelmazado por su uso. “Actualmente no es necesario, ya que sus fórmulas están pensadas para ejercer un efecto inmediato a la vez que respetuoso en la piel del cuero cabelludo”. Aunque advierte, tanto para productos capilares como la para cutáneos que “de la misma forma que en cosmética convencional, sí se recomienda testar el nuevo producto que vayamos a utilizar aplicándolo 24-48 horas antes en la piel del antebrazo. Si la tolerancia es buena y no aparecen reacciones locales tras el testeo, el paciente puede empezar a utilizarlo en la pauta recomendada sin ningún problema”. Una práctica que deberíamos realizar cada vez que adquirimos un nuevo producto de belleza.

Como paso final para conseguir no derrochar producto y obtener los mejores resultados -lo que también beneficia al planeta y a nuestro bolsillo-, la dermatóloga se apoya en los estudios de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética. Según una encuesta reciente, el organismo asegura que “los consumidores tendemos a utilizar mucho champú y poca crema hidratante”. Por lo que Maroñas insiste: “la cantidad adecuada de champú no es mayor al tamaño de una almendra”. De esta forma, evitamos que el exceso de producto pase factura eliminando el brillo natural del pelo o dejándolo pegajoso.

Para cambiar la rutina de belleza completa y convertirla en una 100% ecoconsciente, una transición que, por otra parte, podemos conseguir poco a poco, a medida que vamos terminando productos antiguos y sin necesidad de desechar ninguno.

Fuente:  Revista Vanity Fair