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Cosmética vegana: opciones, beneficios y precauciones

No todo lo que esta en tiendas es vegano o cruelty-free, pero han tomado la decisión de dar opciones a quienes quieren guiarse por estos principios.

Cruelty-free, es un concepto que implica que un producto fue desarrollado sin ningún tipo de prueba en animales, mientras que vegano se asegura de que el producto no incluye ningún ingrediente derivado de animales.

Natural y vegano no son sinónimos, aunque tampoco se excluyen. “La cosmética vegana se distingue porque no acepta ningún ingrediente de origen animal o que provenga de la explotación animal o haya sido probado en animales”, Marielisa Marques Gerente Botania.ec.

En Ecuador al igual que Colombia, lo vegano comprende un mercado pequeño, las posibilidades se van expandiendo. Una infusión de aceites de alcanfor y cúrcuma funciona como un linimento que ayuda con los dolores musculares. “También están los exfoliantes corporales de azúcar y semillas. Y en cuanto a faciales, hay jabones sin sulfatos y sales, de origen vegetal, como el aceite del árbol de té”. Hay, además, opciones de champú vegano, “sin humectantes animales como la lanolina, que se deriva de la lana de las ovejas”.

El agua micelar (se usa como desmaquillante) puede producirse con hidrolatos o agua herbal, que se obtiene durante el mismo proceso en que se extrae el aceite esencial de las plantas, pero a menudo se desecha. Esta versión, explica la emprendedora, vendría a ser un hidrolato micelar.

Una producción a mayor volumen también permite disminuir el costo de estos productos. Este es el caso de La Fabril, quien cuenta con sus propias plantaciones de palma para elaborar la base del jabón Ninacuro, según explica su vocera Andrea Aguirre.

"La producción de jabón Ninacuro tiene un proceso llamado saponificación, en el cual la glicerina queda en la base 100% vegetal del jabón, obteniendo un producto con mayor suavidad para la piel. Luego pasa a un proceso continuo de finalización donde se adiciona componentes de procedencia vegetal que generan valor agregado, se homogeniza y da forma al jabón cuidando las condiciones físico-químicas y sensoriales del producto. En todo el proceso de producción del jabón no se utilizan parabenos, petroquímicos, sulfatos ni ingredientes animales".

Lo vegano también debe pasar la prueba de calidad

La tendencia de evitar el testeo en seres vivos le parece correcta a la dermatóloga Blanca Almeida Jurado. “En la actualidad, se supone que en todo el mundo occidental, los cosméticos son libres de testeo en animales”.

Pero no nos confundamos, pide la dermatóloga. “Que algo sea de origen vegetal no significa que no podrá producir algún efecto indeseado”. Por ejemplo, la manzanilla, una planta que se ha utilizado siempre como antiinflamatorio, puede provocar dermatitis alérgica de contacto.

De la misma manera, algunas variedades de sábila pueden producir alergia de contacto. “Es muy conocida la dermatitis de contacto por el tinte henna que se extrae de una planta (alheña)”. Inclusive hay alergias a las proteínas de ciertos vegetales y frutas.

“En realidad depende de cada individuo. Factores genéticos o antecedentes de atopia (alergias) a veces tienen reacciones cruzadas”. El laboratorio que elabora el producto debe extraer minuciosamente el principio activo específico de la planta que tiene el beneficio, y presentarlo de una manera purificada. "También el vehículo en el que se ponga el principio activo debe ser hipoalergénico”. Y aún con todas estas precauciones, a la persona con predisposición, el producto menos pensado le puede ocasionar una reacción indeseable, por lo que no es mala idea, antes de aplicar algo en la piel o el pelo, consultar con un médico. (I)

Fuente:  El Universo