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¿Sabes qué es una esencia y cómo, cuándo y por qué se utiliza?

Un cosmético muy desconocido que, sin embargo, debería ser un básico en la rutina diaria de belleza porque todo lo que ofrece son ventajas

Loción Equilibrante Un carácter muy particular

Son mezclas de potentes activos formulados en una base líquida que empiezan a trabajar sobre la epidermis antes que ningún otro cosmético. Su ventaja impagable es que los activos, suspendidos en agua, penetran más profundamente que las fórmulas más cremosas. Esto les permite aplicar después un suero o una crema o ambos productos. Lo que quieras. Al principio, estaban destinadas a las pieles secas, pero ahora existen también esencias con ingredientes que tratan las pieles mixtas.

Un tónico o un suero hacen el mismo papel

No sustituyen a ninguno de los dos. Un tónico elimina los últimos restos de maquillaje y equilibra el pH de la piel y una esencia no; un suero, por su parte, trata distintos problemas (sequedad, falta de firmeza, síntomas de sensibilidad, exceso de producción sebácea), mientras que las esencias actúan como un empujón de hidratación, un estímulo para que las células 'espabilen' y se muestren más receptivas a los tratamientos posteriores.

Entonces, ¿cuándo y cómo se utilizan?

Una esencia es el último producto de limpieza y el primero de tratamiento. Es decir, después de desmaquillar y tonificar la piel y antes del sérum o la crema hidratante. Ese es su sitio. Sella la higiene y marca el inicio del tratamiento. Se vierten unas gotas en la palma de las manos y se presiona sobre el rostro hasta que penetre. Podría parecer simplemente un gesto de placer debido a su textura ligerísima y a la sensación de confort que proporciona inmediatamente, pero no: su capacidad de penetración y su eficacia alcanzan las capas más profundas de la piel. Y repetimos: son caras pero duran mucho, así que seguro que rentabilizas la inversión.

Fuente: Vanitatis