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Cosméticos bio: las claves para descifrarlos

Requisitos que tienen que cumplir las cremas para considerarse eco

Ingredientes de cultivo ecológico y sostenible en su composición, sin derivados del petróleo, no testados en animales o con certificación probada. Todo esto necesita una crema para considerarse eco. Pero atenta, porque la gran revolución llega ahora con fórmulas más eficaces y económicas, que minimizan los riesgos de alergias y están pensadas para todo tipo de pieles.

"Esta línea bio combina ingredientes orgánicos de alta eficacia, que es, precisamente, uno de nuestros retos. La clave está en la selección de los mismos en su concentración precisa. Hemos prestado mucha atención a los riesgos de alergias en la piel pues sabemos que los ingredientes naturales pueden incrementarlo". Así se refiere a Garnier Bio Florence lAlloret, directora internacional de los laboratorios Garnier Skin Care.

El interés por las cremas y productos de belleza eco está en alza. Nos cuentan que el 48 por ciento de las mujeres revisa la lista de ingredientes de sus cosméticos y que cada vez más se fijan en tres aspectos: que sean naturales, con fórmulas saludables y certificación orgánica.

Tener o no tener el sello Eco

La certificación ecológica que figura en el envase de los productos significa haberse sometido al control de una empresa independiente, que ha verificado que en el cultivo de los ingredientes y en la fabricación no se utilizan pesticidas, herbicidas ni químicos, tóxicos o sintéticos, ni han sido testados en animales. Hablamos con Valérie Lemaire, directora general de la certificación no alimentaria de Ecocert Greenlife.

¿Cuánto tiempo necesitan para certificar un producto?

Entre dos y seis meses. A veces tienen que cambiar la fórmula, los ingredientes o la forma de crear la fórmula, o sustituir ingredientes sintéticos por otros naturales. Si tienes una marca pequeña es un procedimiento fácil, pero si la marca es grande es más complicado, aunque es un proceso estimulante para los equipos.

¿No es confuso que haya diferentes certificados?

El primer paso es armonizar los diferentes estándares. En 2005 creamos un grupo Cosmos Association, el primer paso para armonizar los diferentes sellos ecológicos. Mucha gente quiere la certificación Ecocert, pero si tiene la Cosmos es lo mismo.

¿Se revisan los certificados?

Se hacen controles dos veces al año en el proceso de fabricación, y uno en el de distribución. Controlamos los ingredientes, la fórmula, el proceso de fabricación, la lista de ingredientes, la distribución, el uso de los productos de limpieza... digamos que cada año renuevas el certificado.

¿Le dan confianza las etiquetas tipo Toxic Free...?

Las empresas pueden poner mensajes en su envoltorio como Libre de siliconas o Toxic Free... o la etiqueta Natural entre sus ingredientes. Lo pones y no hay control sobre ello. Sin una certificación sujeta a un estándar transparente para el consumidor, luego resulta que sólo lleva un 20 por ciento de ingredientes naturales. Pero, además, el proceso de fabricación tiene que ser verde. Si el producto no está certificado, no hay certeza de que es verdad.

¿Los consumidores diferencian entre natural, ecológico, etc.?

Cada vez quieren más productos orgánicos certificados. Y además, es muy nuevo que cualquiera pueda comprar los bio porque ya no son muy caros. Pero es verdad que muchas personas no saben que aunque un producto sea a base de plantas, que es natural, pueden haberse usado pesticidas, o incluir ingredientes orgánicos con aditivos sintéticos. Para muchos natural es igual a ecológico. Pienso que lanzando más marcas orgánicas de gran consumo podemos ir educando al consumidor, cambiando la mentalidad.

¿Siliconas, parabenos?

Están prohibidos en la cosmética orgánica. No porque sean malos para la piel, sino porque lo son para el medio ambiente. En el caso de las siliconas la fuente de la que proceden no es sostenible, y los parabenos no es posible encontrarlos en las plantas.

¿La lista de ingredientes prohibidos cambia?

Sí, y se van incrementando nuevos criterios bio, porque cada vez tenemos más y más ingredientes ecológicos en el mercado y es más fácil conseguir buenos productos con texturas cada vez mejores.

¿Qué cambios hay en los requisitos exigidos?

Está subiendo el nivel requerido de ingredientes eco, del standard 10 por ciento ecológico estamos en el 20 por ciento. También permitimos más ingredientes, algunos naturales, como ciertos emolientes, que al principio era imposible encontrar de procedencia natural y ahora ya sí.

¿Hay futuro prometedor para la cosmética orgánica?

Sin duda, esto no es una moda, es una nueva era. En diez años hemos avanzado mucho y los consumidores cada vez demandan más productos sostenibles. Pero hay que tener cuidado con la gran cantidad de ingredientes orgánicos del mercado, o con los naturales. Es importante cambiar la mentalidad y ser conscientes de que hay un montón de materias primas naturales que podemos usar y muchos pequeños granjeros están esperando a que eso ocurra.

Garantía

La Comisión Europea de Regulación Ecológica es el organismo que dicta una serie de normas, que después cada país adapta a su mercado. De los más importantes es el sello Cosmos, estándar acordado por 5 prestigiosas compañías certificadoras: Ecocert Greenlife, Cosmebio (Asociación Profesional Francesa de Cosmética Biológica y Ecológica), The Soil Association (Reino Unido), BDIH (Alemania) e ICEA (Italia). Supone un gran paso al aunar diferentes criterios de importantes empresas que, además, son competencia. Más organismos certificadores: Eco Control, Demeter, Na True y USDA Organic.

Requisitos

Para obtener esta etiqueta: el 95% de los ingredientes vegetales de la fórmula debe proceder de la agricultura ecológica, y un mínimo del 20% de todos los ingredientes, de la agricultura ecológica, y el resto ceñirse a una lista de ingredientes naturales.
No se permiten nanopartículas, transgénicos (GMO), ingredientes sometidos a irradiación (GAMMA), abonos químicos, pesticidas o herbicidas sintéticos, perfumes o colorantes sintéticos.
El agua utilizada debe ser sostenible y respetar el medio ambiente.

No testados en animales y con envases reciclables.

Fuente: Teva