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La cosmética natural: tendencia beauty en alza

Se trata de productos de belleza con ingredientes de origen natural, beneficiosos y respetuosos con el medio ambiente.

La belleza se encuentran inmersos en una auténtica revolución y cada vez son más las personas que se apuntan a un estilo de vida ecológico, sostenible y saludable, muy acorde a las nuevas generaciones.

Así, las etiquetas de los productos han empezado a leerse con detenimiento, mientras que la palabra ‘natural’ ha comenzado a despuntar, especialmente en el terreno de la cosmética. Tanto es así que son muchas las firmas que están dando el salto a una nueva tendencia que continúa su camino hacia el éxito: la cosmética natural.

Las cremas, los correctores, los primer, las bases de maquillaje, los labiales y las sombras de ojos son productos que forman parte del neceser de cosméticos de cualquier mujer y que, además, se emplean en cualquier rutina de belleza. Sin embargo, no siempre se piensa en qué se está aplicando directamente sobre la piel.

En este sentido, la cosmética eco o natural, se presenta como una alternativa a todos estos cosméticos 'convencionales'. El secreto de este movimiento beauty en alza es simple. Y es que es apta para todos los tipos de piel y tiene una doble finalidad: estética y sensorial.

¿Cuáles son estos ingredientes 'mágicos'?

La nueva generación, es decir, la millennial, está tomando conciencia y busca una mayor transparencia y naturalidad en sus aliados de belleza, pero sin descuidar la eficiencia y la protección de los productos.

Afortunadamente, la cosmética 'healthy' ha conseguido aunar naturaleza y rendimiento para crear cosméticos que cumplen con todas estas expectativas. Las firmas han dado un paso de gigante ideando fórmulas saludables y texturas mejoradas con certificación orgánica (y sus sellos correspondientes) que prometen brillos naturales y duraderos, hidratación y, por supuesto, protección.

No deben incluir en sus fórmulas conservantes, colorantes o derivados del petróleo. Sus ingredientes han de proceder en su mayoría de plantas, si es posible, de cultivo ecológico certificado. Sí se permiten sales inorgánicas y materias primas obtenidas minerales. No se permiten fragancias ni colorantes sintéticos, siliconas ni parafinas, tampoco las radiaciones en la materia prima ni en los cosméticos (ya elaborados) para eliminar bacterias.

¿El etiquetado?

Es directo y muy green. El 95% de los ingredientes que conforman este tipo de cosmética es de origen natural. Aceites vegetales y esenciales, materias primas libres de toxinas, extractos de plantas, mantecas, arcillas, ceras y perfumes extraídos de la naturaleza. En definitiva, productos libres de químicos que el cuerpo sí reconoce y de los que, además, sabe aprovechar al máximo sus propiedades.

El listado de componentes que aparece en el envase está ordenado de mayor a menor en función de su concentración. Por eso, en el caso de buscar una alta dosis de un determinado producto por sus beneficios, se debe estudiar la etiqueta con detenimiento y asegurarse de que este se encuentra en las primeras posiciones.

¿Y cuáles son sus beneficios?

Esta novedosa tendencia, que persigue la conexión entre el cuerpo y la naturaleza, regenera, protege y cuida la piel.

La cosmética natural apuesta por una cosmética ‘sin prisas’ que elimina del mapa el concepto ‘milagroso’, tratando la piel en profundidad y entendiendo sus necesidades vitales. Siguiendo a esta tendencia, sin duda se habrá comenzado con un proceso realmente positivo con beneficios a largo plazo. Además, al no utilizar productos químicos en su elaboración, el medio ambiente también se beneficia de este tipo de cosmética "honesta".
Poco a poco, el mundo de la cosmética también se está sumergiendo en el universo orgánico, natural y vegano, en línea con la popularidad de los movimientos ambientalistas y de protección animal alrededor del mundo.

Los cosméticos naturales no deben tener siliconas, conservantes, colorantes artificiales, parabenos, ingredientes de origen animal ni óleos minerales y deben contener una mayor proporción de materias primas naturales, sin la necesidad de que sean orgánicas.
“Las tendencias nos señalan que los activos derivados de los aceites de argán y de coco, el árbol de cassia o la semilla de moringa pisan fuerte", señala Silvina Quintana Lazópulos, experta en innovación en cuidado personal de BASF Argentina.

Los productos orgánicos para el cuidado de la piel o el cabello deben contar con un 95% de materias primas orgánicas en relación a la cantidad total de materias primas naturales utilizadas en la formulación. La cosmética orgánica procede de materias primas que pasaron por un proceso de producción libre de agrotóxicos o fertilizantes.

Los consumidores que buscan productos orgánicos tienen interés en entender el origen de los ingredientes y si la producción de los cosméticos es realmente social y económicamente sustentable.

Los cosméticos y productos veganos no tienen ingredientes de origen animal ni pueden ser probados en animales. Suelen pertenecer a marcas que apoyan al sello cruelty free y que no testean en animales ni utilizan derivados de animales, como la leche, la cera de abeja, el colágeno o la gelatina.

Fuente: El Sol