Estudios demuestran que para las pruebas de toxicidad de productos se usan a ratas de laboratorios, cobayos, cuyes y conejos, que luego de ensayos clínicos donde se les somete a distintos tipos de daños, son sacrificados. La directora general de la organización que promueve iniciativas respetuosas del medioambiente y los animales, Camila Cortinez, afirmó que existen formas de evitar los cambios que puede generar la inyección de ingredientes en un animal vivo.

“Las más comunes son hacer desarrollo de tejidos celulares en laboratorios según las características que tendría que tener una piel humana real o se usa in vitro con trozos de animales que vienen de la industria de la carne” indicó. Además aseguró que con este método se puede dar mayor efectividad en los resultados al trabajarse con especies particulares.

“En general, la prohibición legislativa tiene relación con lo que se produce en los países y los productos importados, por lo tanto, la documentación que tienen que entregar las marcas para ingresar productos tiene que ser con testeos alternativos que confirmen la toxicidad o efectos que pueda tener” explicó Camila Cortinez.

Según la ONG Te Protejo, Chile es el segundo país a nivel latinoamericano con mayor cantidad de compra cosmética, solo lo supera Brasil. Los chilenos gastan aproximadamente 10 mil pesos mensuales por persona en este tipo de productos y no varían significativamente su consumo hace años.

Fuente: Diario U Chile