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El cacay, la nuez de moda que construye paz

Cacay,  fruto silvestre del Amazonas y de la Orinoquía, con el cual se hacen cosméticos y que está superando las fronteras de Colombia.  

El cacay, está aportando a la diversificación de la oferta exportable, esta nuez amazónica que las empresas especializadas han decidió sacarle el jugo para su industrialización y comercialización.

 

Se produce el aceite de cacay que exporta a más de 10 mercados en el mundo. Es un producto cien por ciento natural que bien podría catalogarse, según análisis químicos y físicos hechos al producto, como el aceite de la eterna juventud.

“Cuando conocimos el cacay empezamos a analizar las propiedades de la nuez, de su aceite y de su harina, todo ello a través de procesos físicos y químicos, y evidenciamos que el aceite tenía un potencial como ingrediente cosmético”, explica Camilo Jaramillo, gerente de Kahai, empresa que él y su hermano Alberto crearon en 2009.

Así, con estos hallazgos y con el deseo de hacer una industria que tuviera los ojos puestos en el exterior, este par ingenieros industriales con especialización en comercialización se acercaron a ProColombia, entidad adscrita al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, para mostrarle lo que tenían entre manos.

“Creyeron en nosotros de inmediato. Nos incluyeron en la lista de empresarios que iban a una feria internacional en París a la que asistirían varias empresas con productos de la biodiversidad colombiana. Allá logramos dimensionar el potencial que el aceite y el cacay tenían y entendimos que la industria estaba buscando productos con historia, productos que tuvieran impacto, no solo en el ámbito económico, sino también social y ambiental”, afirma Jaramillo.

Hoy se exporta al mundo 3.000 kilos de aceite (el producto terminado con su marca y el que venden como materia prima para la industria cosmética) a mercados como Estados Unidos, Corea del Sur, Canadá, Reino Unido, Francia, España, Australia, Alemania, Suiza, Francia, Emiratos Árabes, Japón y Tailandia, principalmente. A esos países el aceite de la nuez amazónica llega a comercializadores que los ponen en manos de diferentes empresas cosméticas y que lo usan como materia prima para champús y cremas faciales.

Este producto se clasifica dentro de las grasas y aceites vegetales fijos y en el de las demás preparaciones capilares, de las cuales Colombia exporta al año cerca de US$53 millones. En el mundo, las compras de esta clase de bienes suman cerca de US$17.000 millones, lo que muestra que esta clase de aceite tiene una gran oportunidad en el mercado mundial.

Construyendo paz

Las empresas ha desarrollado toda una cadena de valor a partir del cacay y ha puesto en marcha un proyecto que hoy es una alternativa de ingresos para familias campesinas e indígenas de lugares remotos de la geografía colombiana.

Con la ayuda de Organizaciones No Gubernamentales de Alemania y Estados Unidos, así como con algunas gobernaciones, han distribuido árboles de cacay a diferentes familias para que los cultiven, esperen la cosecha, recojan el fruto y se los vendan a la empresa, que garantiza su compra. Este programa permite contar hoy con 200 hectáreas de la nuez.

“Estimamos que con este programa se benefician cerca de 200 familias. Pero además les compramos el producto a campesinos que tienen uno o dos árboles en el patio de su casa”, afirma Henry Sánchez, ingeniero agrónomo de Kahai.

A este programa se suman 417 hectáreas de cacay que la empresa sembró en Puerto Gaitán y que le permiten abastecerse de este fruto que, habitualmente, se da cada 8 años, pero que con innovación e investigación y el desarrollo de un vivero han logrado acelerar el proceso de producción.

“Hemos logrado aumentar el rendimiento por hectárea y desarrollar todo un paquete tecnológico para convertirlo en una alternativa agroindustrial”, explica Jaramillo, quien sabe que entre sus manos tiene una nuez que el mundo apetece y de la cual Colombia puede sacar mucho provecho para construir un mejor país.

Fuente : Dinero.com