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Sin todos los predios se inicia construcción de la Troncal de los Andes, en Chía

De 33 terrenos, la Alcaldía ha adquirido tres, que representan el 40 % del área necesaria. El resto, dicen, lo resolverán en cinco meses.

Los trancones en la avenida Pradilla, de Chía, por culpa del transporte de carga parecen, ahora sí, tener fecha de caducidad. Pasados 30 meses desde que la Nación prometió construir una variante para desviar el tráfico pesado, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) anunció que el próximo mes arrancarían oficialmente las obras. No obstante, hay una situación que alerta: aún no se cuenta con todos los predios para la obra.

Quien le puso fecha de inicio a los trabajos fue Luis Eduardo Gutiérrez, vicepresidente de gestión contractual de la entidad, quien indicó públicamente que, tras resolver los inconvenientes con las licencias arqueológicas y ambientales de la variante, había luz verde para construir la Troncal de los Andes, la cual hace parte del proyecto vial Accesos Norte de Bogotá y costará $116.000 millones.

La variante, de 3,2 kilómetros, tendrá seis carriles en doble sentido, con puente elevado sobre el río Bogotá e iniciará en la carrera primera del municipio de Chía (en la curva de la variante Chía-Cota) y saldrá adelante del peaje Los Andes en la Autopista Norte de Bogotá, para unir la concesión Devisab con Accesos Norte. Según el directivo de la ANI, con la obra no solo se sacará el tráfico pesado del casco urbano, sino que “se contará con una vía en doble calzada”, para que la gente pueda ir al suroccidente de Bogotá, evitando el paso por el casco urbano”.

¿Y los predios?

A pesar del importante anuncio, no solo para el municipio sino para los transportadores de carga, hay una alerta que no se puede pasar por alto: para construir esta vía es necesario que la Alcaldía de Chía adquiera los 33 predios por donde pasará la vía y los ceda a la ANI, para dejarlos a disposición de la concesión.

Pese a que la gestión predial comenzó en 2017 y el plan era tener todas las propiedades en diciembre del año pasado, a la fecha la administración solo ha adquirido tres. La situación, en principio, ha generado cierta preocupación entre los que se deben encargar de la obra, pues señalan que sin una cantidad mínima de predios las obras podrían enfrentar inconvenientes.

Ante esta situación fue el propio alcalde de Chía, Leonardo Donoso, quien hizo un llamado a la calma y descartó algún traumatismo. “El contrato dice que debemos tener al menos el 40 % de los predios para que la concesión pueda empezar y que podemos seguir con la gestión predial durante el desarrollo de las obras. En este momento tenemos lo mínimo y por eso la ANI anunció la construcción”. Y agrega: “En cuanto al resto de los predios, solo faltan trámites. Algunos están próximos a ser escriturados y con otros estamos terminando el proceso de expropiación. Creo que para entregar el 100 % nos tardaremos máximo cinco meses”.

El alcalde recalca que no se puede analizar el tema por cantidad de terrenos, sino por el área, y las propiedades que ya están a disposición de la ANI, dice, son las más grandes. “En la lista de predios algunos son pequeños. Con los que ya entregamos, cumplimos la exigencia para que empiecen las obras”.

Su importancia

A pesar de la explicación del alcalde Donoso, la alerta frente a los predios es la demostración del interés de algunos ciudadanos para que esta obra no presente retrasos ni traumatismos, como muchas que se han visto interrumpidas por problemas con la gestión predial. Y es que la necesidad de este nuevo corredor es evidente, pues a diario pasan 1.500 tractomulas por el casco urbano de Chía.

La necesidad quedó demostrada en septiembre de 2016, cuando el mandatario del vecino municipio restringió la circulación de vehículos de carga por la población. Aunque en su momento, el principal argumento fue la necesidad de mejorar la calidad de vida de los habitantes, de fondo apuntaba a que la Nación se comprometiera con la vía alterna.

Los camiones no tienen otra opción que recorrer la avenida Pradilla, un tramo de 800 metros que, aparte de ser la vía de acceso al municipio, es la única conexión entre Cundinamarca, el norte de Boyacá y los Santanderes. El tráfico en la zona es tan pesado que, según cálculos de la propia Alcaldía, un recorrido desde Siberia hasta Chía, que debería durar 15 minutos, hoy puede tardar casi hora y media.

Fue tal el impacto de la medida, que en menos de 10 días logró que la Nación se comprometiera a construir la variante Los Andes. Ante esto, Donoso cumplió su promesa de modificar la restricción, que era de 6:00 a.m. a 8:00 p.m. Ahora solo está prohibido el paso de 6:00 a.m. a 9:00 a.m. y de 5:00 p.m. a 8:00 p.m.

Según Donoso, quien celebra el avance de la construcción de la variante, lo único que le ha dejado el transporte de carga al municipio son efectos negativos: trancones, demora, deterioro de las vías, muertos, heridos, contaminación. “No nos deja nada positivo, porque ni siquiera tanquean en Chía. Son años de una congestión que ha dejado minusvalía en el comercio y los predios”, agrega.

A pesar de que este diario solicitó un informe sobre el avance de la gestión predial, la alcaldía de Chía informó que este martes se realizará una reunión en la que analizarán el avance de este proceso. Una vez empiecen a mover tierra , la variante debería estar lista en 18 meses; es decir, tendría que estar abierta a finales de 2020.

Una claridad importante es que este corredor no tendrá peajes, no afectará el costo de los peajes existentes, ni lo tendrán que financiar por valorización los habitantes de la zona de influencia.

Fuente:
El Espectador