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Crean el nanofique para evitar la contaminación de aguas

En la Universidad Industrial de Santander desarrollaron el nanofique, que elimina los colorantes del líquido residual en la industria textil. 

La contaminación generada en cuerpos de agua tras el proceso de coloración de prendas textiles, que por años ha sido una importante problemática ambiental en el mundo, ya puede ser remediada y degradada casi en su totalidad gracias a nanofique, un material elaborado con fibras de fique modificadas químicamente que eliminan los colorantes del líquido residual.

Los docentes Cristian Blanco Tirado, Marianny Combariza Montañez y la estudiante de doctorado Martha Liliana Chacón, de la Escuela de Química de la Universidad Industrial de Santander (UIS), elaboraron esta tecnología al condensar sobre los hilos de la planta nanopartículas de óxido para degradar los tintes tóxicos. Blanco Tirado manifestó que esta composición, que se asemeja a un conjunto de largos cabellos de tono marrón, “se coloca dentro del agua impura, generando una liberación de oxígeno, y tras unos minutos (entre 10 y 30) se elimina el 99 por ciento de los colores y contaminantes”.

Normalmente, por cada metro cúbico de líquido se emplea un kilogramo de fibra de fique, pero, según el experto, después del proceso de depuración puede vertirse el fluido a los ríos o reutilizarlo para otras coloraciones, gracias al sorprendente resultado de purificación.

La Superintendencia de Industria y Comercio otorgó al estudio la patente de innovador híbrido de fibras naturales y nanopartículas por su fabricación y su utilidad. El material cuenta con solicitudes de patente en Estados Unidos, China y Europa, y próximamente se espera impactar en las industrias textiles nacionales que sientan la necesidad de ser ambientalmente amigables y busquen reducir los costos operacionales.

Comparada con otras tecnologías existentes, el nanofique absorbe las moléculas que producen el color, lo que para los expertos representa un método mucho más avanzado.

La innovación permite que los compuestos cancerígenos del agua contaminada se eliminen casi en su totalidad, lo que representa un gran aporte a la salud de las personas que tienen que tomar o utilizar el líquido residual para sus actividades cotidianas.

Los investigadores actualmente trabajan en un equipo prototipo para instalarlo en los centros de producción empresarial y que pueda ubicarse dentro de la maquinaría de las fábricas textileras.

Fuente: El Tiempo