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Pulso en Colombia por el jugoso negocio de la flor seca de cannabis

En los próximos días, el Ministerio de Salud entrará a definir cómo va a jugar Colombia dentro de una de las industrias que más réditos está arrojando a nivel mundial: la de cannabis medicinal.
Si bien desde 2017 se emitió el decreto 613, que le dio acceso a su uso médico y científico, el Gobierno alista su regulación y, de acuerdo con un borrador que se conoció en febrero, le da vía libre a uno de los grandes mercados en esta materia: la exportación de flor seca de cannabis.

“Los que se oponen ya están exportando desde otros países”, dijo un empresario.
Y las asociaciones que agremian a cultivadores y empresarios agregan que, tal como lo señaló un concepto de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), Colombia podría perder en términos de inversión, impuestos, empleos y exportaciones.
En efecto, el 26 de noviembre de 2020, la SIC emitió un documento en el que asegura que la prohibición de exportar flor seca "coarta la posibilidad de los productores nacionales de penetrar en el mercado internacional (...), del cual se podrían ver ampliamente beneficiados (...) y podría traducirse en desincentivos a invertir e innovar en un mercado en auge como el del cannabis".
Una de las empresas que señalan como crítica de la habilitación de exportación es Khiron Colombia (cuya matriz es Khiron Life Sciences Corp., con sede en Canadá).
EL TIEMPO se comunicó con Juan Diego Álvarez, vicepresidente de asuntos regulatorios de Khiron, y este aseguró que en lo que ellos han insistido es en "la necesidad de la regulación de forma responsable del mercado de flor seca para exportación".
"No es cuestión de hacerlo o no, sino de lograr una regulación que alcance estándares de calidad, garantizando una equivalencia regulatoria para que el país sea competitivo y pueda acceder de esta forma a mercados objetivo", explicó Álvarez, cuya empresa acaba de inyectar un importante capital y ya cuenta incluso con IPS.
Y agregó que se han generado expectativas de acceso inmediato a estos mercados, porque la flor es un producto "simple": "La regulación de productos vegetales tiene altas complejidades porque implica el acceso de un producto vivo a otro mercado haciendo necesario requisitos fitosanitarios, caracterización de variedades, partidas arancelarias, entre otros; es un tema complejo y nuestra posición hace énfasis en hacer el proceso de la manera correcta".
Para su empresa, la prioridad de la regulación debe ser el acceso de pacientes a las alternativas terapéuticas ofrecidas por el cannabis y la materialización de un marco regulatorio para los productos terminados: "Esperamos que la regulación esté completa y estable lo más pronto posible para el bien de la industria y de los pacientes".

Ministro de Salud, Fernando Ruiz.

Se calcula que representa el 50 por ciento de todas las ventas de cannabis medicinal en el mundo, que, según el observatorio New Frontier Data, mueve en promedio 150.000 millones de dólares al año.
Sin embargo, todo indica que hubo un viraje de última hora que tiene en alerta a cultivadores, empresarios e inversionistas, que solicitaron se permitiera la exportación de dicha flor, que ya aprobaron Uruguay, Perú y Ecuador y en la que avanzan México y Brasil.
De hecho, mientras, el año pasado Colombia exportó 5 millones de dólares en derivados del cannabis, Uruguay vendió 9 millones de dólares de solo flor.
EL TIEMPO estableció que un par de jugadores del mercado interno se oponen a la exportación, y se alega que dicho producto puede terminar en el mercado ilegal, afectando la imagen del país.
Sin embargo, asociaciones de empresarios –que han invertido más de 500 millones de dólares en esa industria– son claras en que “es un producto que ya manejan todos los licenciatarios, con estrictos protocolos de seguridad y control”.
Y así se lo hicieron saber al presidente Iván Duque en una carta del 14 de junio, firmada por Rodrigo Arcila, de Asocolcanna; Rafael Amador, de Procannacol; Natalia Núñez, de Asocañamo, y  Carolina Zuluaga, de Asocannacol.

Por ahora, otro de los grandes jugadores del mercado local, Clever Leaves (con capital colombiano), anunció esta semana que hizo su primera exportación de flor de cannabis medicinal a Australia, pero desde Portugal.
EL TIEMPO se comunicó con Julián Wilches, director de asuntos corporativos y regulatorios de esa empresa (y presidente de la junta directiva de Asocolcanna), y este señaló que si bien respetan los tiempos del Gobierno para analizar la reglamentación, el país se está autoexcluyendo de un mercado clave que lo hace perder competitividad frente a otros: "Actualmente, Colombia solo está exportando materias primas, y de las empresas habilitadas, tan solo una compañía exporta productos terminados".    
En similar sentido se pronunció, desde Nueva York, Luis Merchán, CEO de Flora Growth Corp., multinacional colombo-canadiense que acaba de llegar a Nasdaq, la segunda bolsa más grande de Estados Unidos.
Según Merchán, si la regulación en Colombia en torno a la flor seca se demora, a pesar de los factores competitivos favorables que tiene el país (en términos geográficos, de precio y de calidad), deberán buscar otras alternativas y hacer maquila en otros países.
Por ahora, el ministro de Justicia, Wilson Ruiz, quien lideró varias mesas de trabajo sobre el tema, señaló que la decisión en torno a este asunto está en manos de la cartera de Salud.

Fuente: el tiempo